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Avanzando para una mejor evaluación y asistencia de las personas que viven con VIH

Autor: Miguel Angel von Wichmann
Médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Donostia/OSI Donostialdea.
Vocal de la Junta de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA)

E-mail de correspondencia: miguelangel.vonwichmanndemiguel@osakidetza.eus

Con el término pandemia desgastado en nuestra vida cotidiana y desgraciadamente de actualidad en los últimos meses, otra pandemia la del VIH, se ha ido modificando sustancialmente en distintos colectivos, épocas y medios sociales. Para lograr un nivel adecuado de calidad de vida relacionado con la salud, uno de los grandes objetivos a trabajar en la actualidad, es necesario tener en cuenta no sólo los efectos de la infección y la aparición de otros procesos patológicos, sino también toda una serie de factores psicológicos y sociales y adaptar los sistemas de atención sanitaria1. En este sentido, en este número de la Revista Multidisciplinar del Sida, se aportan varios trabajos de interés que enriquecen nuestro conocimiento de algunos colectivos en situaciones específicas y que pueden facilitar un abordaje personalizado de esta infección.

Las personas que conocen su infección por VIH desde antes de disponer de las combinaciones de fármacos con eficacia suficiente, en el año 1997, representan una población con características y cargas propias. Fueron expuestas a pautas poco eficaces, con toxicidades no siempre reversibles, mayor riesgo de resistencias a otros fármacos y combinaciones terapéuticas más complejas. Por otra parte, han vivido durante mucho tiempo con la percepción de un mayor riesgo vital, del riesgo de pérdida funcional y de estigmatización. Algunas de las consecuencias de todos estos lastres se describen en la serie de Sara Vela Bernal y el grupo del Hospital Clínico Universitario de Valencia2, con una elevada prevalencia de comorbilidad sobre todo vascular, de polifarmacia con el riesgo implícito de reacciones adversas e interacciones y de necesidades relevantes y frecuentes en el área de la Salud Mental. En otras series sobre las mismas personas se ha comunicado una elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, neoplasias y alteraciones del ánimo3. También deberíamos prestar atención a la posibilidad de una mayor vulnerabilidad social y económica y a sus necesidades. La serie presentada con más de 400 personas es mucho más amplia que otras previamente comunicadas3,4 y es relevante ya que aporta información de este grupo de personas con características y necesidades poco estudiadas hasta la fecha. Es significativo que hasta los últimos años apenas se han generado publicaciones sobre este colectivo y todavía son reducidas en número.

Desde un abordaje novedoso en la atención de las personas que viven con el VIH, en el trabajo de Francisco Martínez Batlle realizado en dos hospitales de Barcelona y Badalona5, se estudia desde la perspectiva biopsicosocial la asociación entre factores sociales, expectativas del paciente y dolor crónico con limitación funcional o peor control de la infección por VIH, lo que permite detectar un perfil de personas más vulnerables. También aporta la visión de las personas que viven con VIH, sobre la percepción de su salud y la relación médico-paciente.

El enfoque biopsicosocial analiza la patología desde una perspectiva más amplia. En sus inicios se aplicó al campo de la salud mental, analizando también el contexto social de la persona y su perspectiva personal, con inclusión de sus expectativas, creencias, calidad de vida….

El modelo se ha aplicado a diversos procesos crónicos complejos sobre todo en Salud Mental, dolor crónico y alteraciones funcionales. Con el paso de los años el modelo ha aumentado en complejidad y aspectos analizados6.

La aplicación del modelo requiere entrenamiento e incluso con personal sanitario y pacientes con experiencia en el tema, la aplicación en distintas áreas es desigual y mejorable, especialmente en los aspectos de participación del paciente y de la interacción con su medio7.

El chemsex o consumo de drogas psicoactivas para facilitar, estimular, o prolongar las relaciones sexuales, se ha convertido en una práctica frecuente y extendida, sobre todo en hombres que tienen sexo con hombres. Se ha asociado con un incremento de prácticas de riesgo para la transmisión de infecciones de transmisión sexual8 y tiene repercusiones desde una perspectiva biopsicosocial, en el área de la salud mental (depresión, ansiedad, dependencia de sustancias…) económicas y sociales (de relación, empleo…) y posiblemente en la profilaxis pre-exposición9. En personas que viven con VIH se ha asociado con peor cumplimentación del tratamiento antirretroviral, como se puede ver en una revisión sistemática realizada por la London School of Hygiene and Tropical Medicine y en el estudio realizado en hombres que tienen sexo con hombres en 22 hospitales de Madrid8,10.

Es en este contexto que resaltamos la importancia del artículo del grupo de trabajo español sobre Chemsex, publicado en este número de la revista, que resume los aspectos claves del informe sobre Chemsex en España11, que nos describe su contexto actual en nuestro país y las consecuencias para la salud de las personas que lo practican12. Este grupo de trabajo pretende establecer y consensuar las estrategias más adecuadas de prevención, disminución de riesgos y reducción de daños en la población que lo practica.

Por otro lado, en una excelente revisión presentada por Julia Portilla-Tamarit y Joaquín Portilla13, revisan la situación altamente cambiante del conocimiento sobre la pandemia por el SARS CoV2, resaltando que los datos existentes, aunque limitados todavía, no parecen mostrar que las personas que viven con el VIH tengan un riesgo mayor de complicaciones, salvo quizás en personas severamente inmunodeprimidas. Revisan las terapias disponibles para su tratamiento, desgraciadamente todavía con grandes lagunas de conocimiento, a pesar de que hay ya más de 20.000.000 de personas infectadas. De forma muy relevante se debe tener en cuenta las posibles interacciones con los fármacos usados en la infección COVID-19.

Por ejemplo, con dexametasona que ha demostrado, como dicen los autores, un beneficio en mortalidad en pacientes con déficit en la oxigenación y, por tanto, es esperable un uso cada vez más amplio, debemos recordar el riesgo de acúmulo de corticoides incluso del desarrollo de síndrome de Cushing, algo que ya conocíamos con el uso de algunos corticoides, incluso inhalados, con el tratamiento concomitante con inhibidores de la proteasa potenciados con ritonavir o cobicistat14. También existen interacciones significativas con otros, aunque no afecta a todos los fármacos de una familia por igual.

El número limitado de personas coinfectadas por SARS CoV2 descritas puede responder a diferentes razones, entre las que se encuentra la posible eficacia de algunos fármacos antirretrovirales, pero sin duda en nuestro medio a la aplicación rigurosa de las medidas preventivas de forma más cuidadosa que el conjunto de la población.

En la revisión con mayor número de pacientes hasta la fecha, citado por los autores y realizado en hospitales españoles, no se observa un mayor riesgo de desarrollar la COVID-19 y los nucleósidos inhibidores de la transcriptasa inversa podrían tener un efecto protector15.

En conjunto, los artículos presentados en este número RMdS nos aportan conocimiento en aspectos claves en relación con la salud de las personas que viven con VIH y nos ayudan a trabajar sobre necesidades no cubiertas y nuevos modelos de evaluación y asistencia, que permitan mejorar el abordaje de las mismas y en último término mejorar su calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA
1. Safreed-Harmon K, Anderson J, Azzopardi-Muscat N, Behrens GMN, d’Arminio Monforte A, Davidovich U, et al. Reorienting health systems to care for people with HIV beyond viral suppression. Lancet HIV. 2019; 6: e869-e877.

2. Vela Bernal S, Ferrer Ribera MR, Oltra Sempere C, Pinto Pla A, Belmonte Domingo C, Bea Serrano A,et al. Superviviente de VIH y SIDA. Características de la personas con VIH que conocen su situación desde ant4es de la aparición del tratamiento antirretroviral de gran actividad. Rev Multidisc Sida. 2020; 8. Disponible en: www.revistamultidisciplinardelsida.com

3. McNeil T, Rowe E. ‘Looking after the survivors’: the health of a cohort of long-term human immunodeficiency virus patients 25 years on. Intern Med J. 2019; 49: 592-7.

4. Krentz HB, Gill MJ. Long-term HIV/AIDS survivors: patients living with HIV infection retained in care for over 20 years. What have we learned?. Int J STD AIDS. 2018; 29: 1098-105.

5. Martinez Batlle F, Negredo Puigmal E, Hernandez Fernandez J, Vazquez Naveira MA. Factores biopsicosociales y estado de salud de las personas con el VIH del área de Barcelona. Rev Multidisc Sida. 2020; 8. Disponible en: www.revistamultidisciplinardelsida.com

6. Wade DT, Halligan PW. The biopsychosocial model of illness: a model whose time has come. Clin Rehabil. 2017; 31: 995-1004.

7. Van de Velde D, Eijkelkamp A, Peersman W, De Vriendt P. How competent are healthcare professionals in working according to a biopsycho-social model in healthcare?. The current status and validation of a scale. PLoS One. 2016; 11: e0164018.

8. González-Baeza A, Dolengevich-Segal H, Pérez-Valero I, Cabello A, Téllez MJ, Sanz J, et al. Sexualized drug use (Chemsex) is associated with high-risk sexual behaviors and sexually transmitted infections in HIV-positive men who have sex with men: data from the U-SEX GESIDA 9416 Study. AIDS Patient Care STDS.2018; 32: 112-8.

9. Chou R, Evans C, Hoverman A, Sun C, Dana T, Bougatsos C, et al. Pre-exposure prophylaxis for the prevention of HIV infection: a systematic review for the U.S. Preventive Services Task Force. Evidence synthesis, No. 178. Agency for Healthcare Research and Quality (US); 2019. Report No.: 18-05247-EF-1. Disponible en: https://www.ahrq.gov/ (consulta agosto 2020).

10. Perera S, Bourne AH, Thomas S. Chemsex and antiretroviral therapy non-adherence in HIV-positive men who have sex with men: a systematic review. Sex Transm Infect. 2017; 93 (Suppl.1): A81.

11. Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida- Grupo de trabajo sobre chemsex Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Informe sobre chemsex en España. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/chemSex/docs/informeCHEMSEX20ene20.pdf (consulta agosto 2020).

12. Soriano R. Documento de Consenso del grupo de Trabajo en relación al Chemsex. Rev Multidisc Sida. 2020; 8. Disponible en: www.revistamultidisciplinardelsida.com

13. Portilla-Tamarit J, Portilla J. Confluencia de dos pandemias: COVID-19 e infección por VIH. Implicaciones en la clínica, tratamiento y prevención. Rev Multidisc Sida. 2020; 8. Disponible en: www.revistamultidisciplinardelsida.com

14. Peyro-Saint-Paul L, Besnier P, Demessine L, Biour M, Hillaire-Buys D, de Canecaude C, et al. Cushing’s syndrome due to interaction between ritonavir or cobicistat and corticosteroids: a case-control study in the French Pharmacovigilance Database. J Antimicrob Chemother. 2019; 74: 3291-4.

15. Del Amo J, Polo R, Moreno S, Díaz A, Martínez E, Arribas JR, et al. Incidence and severity of COVID-19 in HIV-positive persons receiving antiretroviral therapy: a cohort study. Ann Intern Med. 2020; 173: 1-6.

 

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