Autora: Elías Rovira
Comité Ciudadano Antisida de Albacete
E-mail de correspondencia: comiteantisida.albacete@gmail.com
INTRODUCCIÓN
Aunque en el año 1995 habían pasado nada más y nada menos que 14 años desde que se diagnosticara el primer caso de sida en España, los tiempos seguían siendo muy malos para la gente afectada en Albacete. Como en otros lugares, la desinformación llevaba al miedo, y el miedo parecía justificar las conductas más crueles e intolerantes, que estaban a la orden del día. Era frecuente recibir información sobre personas que habían dejado de acudir a un conocido restaurante por el rumor de que un camarero “estaba infectado”, o, por poner algún otro ejemplo, sobre el cierre de un puesto de fruta del mercado porque la gente dejó radicalmente de comprar al sospechar que la vendedora tenía VIH.
En ese contexto, un grupo de ciudadanos sensibilizados con la infección por VIH, motivados también por ser amigos y amigas de personas con VIH -todo hay que decirlo- comenzamos a trabajar con el objetivo de mejorar la información de la ciudadanía sobre el VIH, tanto para favorecer conductas preventivas como para eliminar las actitudes discriminatorias que en aquellos días dificultaban la convivencia.
En este artículo queremos dar a conocer la historia del trabajo de una asociación modesta, como es el Comité Ciudadano Antisida de Albacete y describir cómo han ido variando las necesidades de atención social en lo referente al VIH en nuestro contexto y, con ello, las estrategias de intervención.
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
Puesta en marcha
Pronto nos dimos cuenta de que lo más útil y práctico sería asociarse. Lo primero fue contactar con gente que ya tenía experiencia en prevención y educación en VIH: Héctor Anabitarte (aún pueden leerse en línea sus contestaciones a cartas al director de El País explicando que un bote de mercromina no transmitía nada de nada), FASE (Fundación Antisida España) que nos daría apoyo en material de divulgación durante unos años, o el Plan Nacional sobre el Sida, con quienes trabajamos muy próximamente en nuestros inicios. El 4 de abril de 1995 celebramos la asamblea fundacional y al día siguiente, día 5, el Comité Ciudadano Antisida de Albacete (CASA), quedaba legalmente constituido: éramos tan solo un grupo de unas 12-15 personas, si bien para momentos concretos, como las conmemoraciones del 1 de Diciembre, llegaban numerosas personas de diferentes ámbitos para colaborar.
Castilla-La Mancha era la comunidad de España con la tasa más baja de VIH, y Albacete una de las cinco ciudades de España con menos casos de sida. Aún así, había más casos diagnosticados que en todo el Reino Unido. Por entonces, CASA disponía de dos trabajadores a tiempo completo y las relaciones con las instituciones eran fluidas. La comunicación con la Unidad de Infecciosas del Hospital General de Albacete era permanente y la colaboración, estrecha. Sus profesionales siempre mostraron una gran profesionalidad y la implicación con los pacientes y contra la enfermedad iba más allá del mero trabajo hospitalario.
En los años posteriores a nuestra fundación vivimos momentos duros. El caso más grave fue el de una buena amiga, que cayó en manos de quienes negaban la existencia del virus. Lamentablemente, falleció tras contraer una neumonía y no tratarse bajo la idea infundada de “no intoxicarse con ningún medicamento”. También recibimos el caso de un joven que estaba realizando, en una empresa de formación, un taller de joyería ¡y fue expulsado! Aunque el daño ya estaba hecho, le dimos soporte legal y ganó el caso, lo que quizá fue una de nuestras mayores alegrías en esa época. Por cerrar la parte triste de esa época, nuestro presidente falleció por enfermedad hepática derivada de una hepatitis C.
(… continua)
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