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ChemSex en España: Reflexiones sobre buena praxis y lecciones aprendidas

Autor: Percy Fernández-Dávila

Desde hace más de dos años, el ChemSex (el consumo de drogas para tener relaciones sexuales durante un período largo de tiempo entre hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres/HSH) ha venido generando mucha atención en diferentes sectores. Antes de ello, nunca había causado tanto interés, cuando esta práctica ha estado presente en la vida de muchos hombres gais desde hace ya bastante tiempo. Sin embargo, si se considera al ChemSex como un “fenómeno emergente”, sería por: cierta forma en cómo se practica, que tiene que ver con la duración (mucho más tiempo de lo que solía ser), la gran diversidad de drogas que se consumen, y las consecuencias que está teniendo en la vida de muchos hombres. 

Desde que los medios de comunicación masivos empezaron a publicar de forma frecuente noticias sobre este fenómeno, en muchas ocasiones sin el rigor necesario, se empezó a opinar desde instituciones de diversa índole sobre el ChemSex, no siempre en base a un conocimiento basado en evidencia científica. En muchas ocasiones, estas opiniones se limitaban (y se limitan) a la repetición de lo que se ha venido publicando sobre este tema en el Reino Unido, pero sin tener en cuenta el contexto y la realidad española. 

La emergencia pública del ChemSex produjo la aparición de otro fenómeno inmediato, observado a partir de este interés inusual. Este fenómeno, al que denominaremos fenómeno del oportunismo, debería llevarnos a la reflexión. Lo podemos describir como un afán por decir, publicar, lanzar campañas, abrir servicios y llegar a ser los primeros en abordar el ChemSex en España. Estas “premuras” han llevado, en muchos casos, a que no se tenga cuidado o no se tenga en cuenta algunos principios metodológicos claves para llevar a cabo estrategias de abordaje, estudios o intervenciones pertinentes o efectivas. Debido a esto, hemos sido testigos de escuchar y/o leer, por ejemplo, que: 

− El ChemSex no existe en el colectivo gay. 

− El ChemSex es de muy reciente aparición. 

− Los hombres que lo practican son “irresponsables” por exponerse a diversos riesgos. 

− El ChemSex es una práctica “minoritaria”, negando la posibilidad que fuera practicada por un número significativo de hombres porque “no existen datos para afirmar esto” (sic) (pero si no había datos, ¿se podía afirmar que era minoritaria?). 

− Un interés repentino por trabajar con el colectivo gay o por sus diversas problemáticas. 

− En el caso de los hombres gais que tienen el VIH, el ChemSex es debido al estigma social que sufren. 

− Presentar o publicar estudios que se adscribían como “el primer estudio en España” sobre el uso de drogas antes y/o durante las relaciones sexuales (al que así definían como ChemSex), cuando en la mayoría de estudios con hombres gais y otros HSH se ha explorado el consumo de drogas en este contexto. 

− La existencia en diversos estudios de una dificultad para diferenciar entre drogas que se pueden consumir en el contexto de ChemSex y drogas que se usan para hacer ChemSex. 

− Publicar materiales de información sin haber llevado a cabo un proceso de validación (enfocado en las necesidades del público al que va dirigido, el contenido, el lenguaje, etc.). 

 

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