Diego García
Adhara Sevilla Ckeck Point. Sevilla
E-mail de correspondencia: info@adharasevilla.org
Introducción
Los proyectos de intervención por pares, también conocidos como programas de educación en salud entre iguales, fueron introducidos durante la primera década de la pandemia mundial del VIH/sida entre 1981 y 1991. Aunque inicialmente estos programas tenían un carácter más intuitivo, con el tiempo fueron reglamentados, convirtiéndose en intervenciones estructuradas de manera homogénea a nivel mundial. Sin embargo, los cambios de paradigma en las nuevas infecciones por VIH/sida en estos 40 años han requerido una constante evaluación de las intervenciones por parte de los educadores pares para proporcionar respuestas ágiles y eficaces a las necesidades de las personas.
Este tipo de proyectos son liderados por personas que viven con el VIH y han sido capacitadas específica y profesionalmente para brindar apoyo a otras personas con la infección. Durante las intervenciones, los educadores pares ofrecen asesoramiento calificado en relación con el bienestar emocional, físico y social de los usuarios.
El programa de pares se implementó en los hospitales de Sevilla, Virgen del Rocío (HUVR), Virgen Macarena (HUVM) y Virgen de Valme (HUVV) en los años 2006, 2011 y 2016 respectivamente. Actualmente, Adhara también coordina la intervención de pares en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia, programa implementado en dicho hospital desde 2004.
Objetivos
Describir un proyecto de intervención entre pares coordinado por Adhara Sevilla Checkpoint y realizado en el ámbito hospitalario en personas con diagnóstico reciente de infección por VIH, así como comentar los resultados más relevantes de este proyecto, publicados recientemente en la revista científica «Health and Quality of Life Outcomes». El artículo, titulado «Evaluación de un proyecto de intervención de pares en el contexto hospitalario para mejorar la calidad de vida de las personas con VIH recién diagnosticadas», ha respaldado la capacidad del programa de pares para mejorar la salud y calidad de vida de las personas recién diagnosticadas de VIH, aportando evidencia científica de su efectividad. Además, se ha evidenciado que esta mediación de educadores pares influye también en una mejora inmunológica independiente a la toma de medicación.
Descripción
A través del programa de pares en el ámbito hospitalario iniciado por Adhara en 2006, participamos en cada etapa de la llamada cascada del tratamiento, proporcionando prevención y atención, especialmente a las poblaciones más vulnerables. Los múltiples problemas de salud, como depresiones, problemas de salud mental, adicciones, requieren un trabajo interdisciplinario y bien coordinado entre los recursos sociosanitarios involucrados en la atención del colectivo.
La educación por pares, llevada a cabo por educadores con VIH, implica un proceso de identificación entre el paciente y el educador par. Como resultado de este proceso, se establecen lazos de comunicación que permiten al educador constituirse como una persona referente que puede influir positivamente en el paciente.
Durante las intervenciones, el educador y el paciente, en un espacio de confianza y a través del diálogo, abordan las siguientes áreas:
- Prevención y promoción positiva de la salud.
- Motivación emocional y autoestima.
- Tratamientos y adherencia.
- Aspectos relativos a la infección.
- Aspectos sociales.
- Derivaciones a recursos sociosanitarios externos y a recursos propios de Adhara.
De cada área se extrae información sobre la realidad que vive la persona y los objetivos a trabajar durante sus visitas.
En España, son pocos los estudios que han evaluado el impacto de las intervenciones de los educadores pares en pacientes recién diagnosticados. Por ello, se planteó un estudio en el que las visitas se realizaron en una consulta privada integrada en la misma Unidad de Enfermedades Infecciosas de diferentes hospitales de Sevilla, ubicada junto con el resto de las consultas de los profesionales de la salud que atienden a los pacientes.
En este estudio se evaluaron los pacientes recién diagnosticados con VIH en el momento del diagnóstico y en diferentes visitas de seguimiento, en relación con indicadores de calidad de vida relacionada con la salud (CVRS). Los cuestionarios se entregaron a los participantes por los educadores pares de los hospitales colaboradores en tres momentos diferentes del proceso de estudio: primero, el día del diagnóstico (pre); segundo, a los cuatro meses del inicio (media); y tercero, un año después del comienzo de su participación (post).
Las intervenciones con los educadores pares se planificaron en cuatro sesiones que coincidieron con las primeras citas clínicas programadas tras su diagnóstico: (1) el mismo día que reciben el diagnóstico; (2) el día que obtienen el resultado de sus análisis y comienzan el tratamiento antirretroviral (TAR); (3) un mes después de comenzar el TAR; y (4) finalmente, cuatro meses después del inicio del TAR. El grupo único de estudio estuvo formado por 40 pacientes voluntarios de tres hospitales de Sevilla: el H.U. Virgen del Rocío, H.U. Virgen Macarena y H.U. Virgen de Valme, y las intervenciones fueron realizadas por los tres educadores pares que Adhara Asociación VIH/sida tiene trabajando en cada uno de estos hospitales.
Resultados y Conclusiones
En los resultados obtenidos de la comparación de datos de los tres cuestionarios se observó una evolución positiva significativa en todas las dimensiones de la CVRS. Hubo un cambio relevante en la percepción de la salud, la salud física, psicológica y ambiental. La diferencia fue algo más moderada en las dimensiones de relaciones sociales y espiritual. Respecto a los predictores del estudio, los efectos más importantes se observaron en la disminución de la insatisfacción sexual, el estigma interiorizado, el estrés relacionado con el VIH, el estado de ánimo depresivo y la representación negativa del VIH. Además, los pacientes experimentaron un aumento en la percepción de apoyo social, en optimismo y mejoraron habilidades para afrontar su diagnóstico. Otros valores como la disminución de la sensación de soledad emocional y la experiencia de rechazo registraron mejoras en los cuestionarios. Por último, aunque el tamaño del efecto fue menor, hubo un cambio positivo en valores personales y otros relacionados con la autonomía personal. El único predictor que no mostró evolución fue el afrontamiento evitativo del diagnóstico.
(Continua…)
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