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El embarazo en las mujeres que viven con VIH, más allá del estigma

Julián Puente Ferreiro 1 y Victoria Hernando 1
(1) Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III
E-mail de correspondencia: vhernando@isciii.es

El deseo de procreación y el embarazo es una realidad que es necesario abordar en las mujeres que viven con VIH

La cohorte CoRIS continúa su apuesta por la investigación en aspectos relacionados con la mujer que vive con VIH

Según los datos publicados en 2021 por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y SIDA (ONUSIDA), existen casi 40 millones de personas que viven con VIH (PVVIH) en el mundo, de las cuales 19,3 millones son mujeres de 15 años o más.

En España, las mujeres supusieron un 16% de los nuevos diagnósticos de VIH, diagnósticos que ocurren, en la mayoría de los casos, cuando las mujeres están en edad reproductiva. Este hecho supone desafíos específicos, diferentes a los de los hombres, como son el deseo reproductivo, el uso de contraceptivos y el embarazo, entre otros.

La mejora de los tratamientos antirretrovirales (TAR) y, por consiguiente, la considerable reducción del riesgo de transmisión vertical (TV) ha animado a las mujeres que viven con VIH (MVVIH) a valorar la posibilidad de quedarse embarazadas, tal y como ha demostrado un estudio de la cohorte CoRIS liderado por Victoria Hernando en el que un 49% de las mujeres en edad reproductiva manifestaban el deseo de tener hijos.

Con el fin de seguir avanzando en la investigación en mujeres que viven con VIH, en la cohorte CoRIS se ha llevado a cabo un estudio coordinado por la Dra. Inma Jarrín, Investigadora Científica en el Instituto de Salud Carlos III y jefa de la Unidad de Coordinación de CoRIS, que “pretende ampliar el conocimiento sobre diferentes aspectos del embarazo en las mujeres que viven con VIH”.

Para ello, continúa la Dra. Jarrín, “hemos realizado un estudio en 1840 mujeres de entre 18 y 50 años, que habían sido incluidas en CoRIS desde el año 2004”.

En la primera fase del estudio, “nuestro objetivo era estimar la incidencia y los resultados de los embarazos ocurridos entre 2004 y 2019, así como describir las características sociodemográficas y clínicas de las mujeres embarazadas”, indica la Dra. Jarrín.

Según los datos de esta investigación, comunicados en el Congreso Nacional de GeSIDA de 2021 y 2022 y en la Reunión de SEISIDA de 2022, un 16% de las MVVIH había tenido al menos un embarazo después de su diagnóstico de VIH. La mayoría de las mujeres se había quedado embarazadas entre los 30 y los 35 años. El estudio también mostró que el 90% de las mujeres embarazadas había contraído la infección por VIH por vía heterosexual, que, en su mayoría (63%) era de origen extranjero, y casi la mitad (42%) no tenía estudios o había completado estudios primarios.

El 77% de las gestaciones llegaron a término, habiéndose interrumpido voluntariamente el embarazo en el 11% de los casos y producido una pérdida del feto en otro 11%. Casi la mitad (49%) de los partos fueron por cesárea, y esta técnica invasiva fue utilizada de forma planeada casi el 60% de las ocasiones. Del total de partos, un 4% fueron instrumentados y un 37% inducidos.

En el momento del parto, el 92% de las mujeres tenía la carga viral del VIH indetectable. Además, en los más de 15 años que abarca el estudio, no hubo ningún contagio de VIH a los bebés de las madres que tomaron su tratamiento antirretroviral correctamente y tenían la carga viral indetectable en el momento del parto.

En la segunda fase del estudio, publicada recientemente en la revista científica HIV Medicine, se entrevistó telefónicamente a 38 mujeres que habían estado embarazadas durante el año 2020 con el objetivo de conocer sus actitudes frente al embarazo y el grado de apoyo social y de pareja que habían recibido durante el mismo.

Según los resultados de esta segunda fase, la mayoría (89%) de las mujeres se había quedado embarazadas de forma natural y sólo 4 habían utilizado técnicas de reproducción asistida: 3 realizaron fecundación in vitro (FIV) y 1 recurrió a FIV y donación de ovocitos. Además, en las mujeres con embarazo natural, poco más de la mitad (62%) había planificado su embarazo.

También en esta etapa del estudio, se evaluó el apoyo social recibido por las mujeres durante su embarazo, valorando si tenían consigo a personas con las que realizar actividades agradables, sentirse queridas o de las que recibir ayuda para la resolución de problemas y tareas. En este aspecto, 14 de las 38 mujeres entrevistadas manifestaron haber tenido bajo nivel de apoyo social durante su embarazo, en contraposición al apoyo de pareja, donde el 71% de las mujeres afirmó haberse sentido cuidadas por sus compañeros.

Cabe destacar, asimismo, que tan solo el 34% de las mujeres revelaron su estatus VIH a sus familiares más cercanos, porcentaje que se reduce a un 8% a la hora de hablar de ello con compañeros de trabajo. Además, 10 de las 38 mujeres se sintieron discriminadas por convivir con el VIH durante su embarazo y puerperio.

Todos los resultados de este estudio se han reflejado en el último vídeo de divulgación publicado en la web de la cohorte CoRIS.

Según la Dra. Inma Jarrín, “arrojar luz sobre la salud de la mujer, y más concretamente, en la salud de la mujer con VIH, es más necesario que nunca para acabar con un estigma y auto-estigma que aún prevalecen. La divulgación científica acerca de las personas que viven con VIH es imprescindible para visibilizarlos y poder dejar ambos atrás.”

 

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